605. Entre dos amores (y II)

La familia ideal: Eme Punto Ese Punto y Bigotitos se trasladan al vecindario con su hija, Carmencita Polo, y la hermana de aquella, Rosenvingeclon.

Y como todas las familias, es una familia disfuncional. La que lleva los pantalones (y el moño, y los collares) es Carmencita. Eso sí, ayuda en las tareas de la casa limpiando el parquet, arrastrando a su madre, Eme Punto Ese Punto, por el suelo, para que sus extensiones (lo más caro de la producción, según ella misma) la dejen brillante cual anuncio de Don Limpio. No vaya a ser que las visitas que tengan cotilleen sobre lo mal que tienen la casa los vecinos. 

Esta serie es fiel reflejo de la situación actual: estamos en crisis. Es la única manera en la que se podría entender que tanto Eme Punto Ese Punto y Rosenvingeclon (desarrollada a partir de un esputo de la vocalista de “Alex y Christina” que se le cayó al hacer los coros de “Chas y aparezco a tu lado”) pasen de un puesto de trabajo a otro en cada capítulo, y poder estar así en el meollo en cuestión. El mundo laboral, que está muy mal… Y Bigotitos, el pobre, que se tiene que dedicar al chantaje y a la extorsión para poder comprar toda la laca que necesita su hija PUTAtiva para poder hacerse un “Arriba España” todas las mañanas cuando se levanta. Que la laca está muy cara.

¿El argumento? Lo de menos. Una sosa amante de las camisas de cuadros que no sabe como encalomar al guapo del instituto y se hace la interesante yendo por la vida con un libro que la teletransporta y un tiarrón con cara de triste que le cuenta cosas de “almas que tiene que salvar” y que de vez en cuando le deja usar su sable de luz. Cosas más peregrinas se han visto por la tele y han funcionado, oiga.

El gran fichaje, sin duda, es Eme Punto Ese Punto. Su nombre debería de salir la primera en los créditos y con texto animado, que para eso es la que mueve el cotarro. Me veo a la hija predilecta del Pilar de la Horadada en casa, diciéndole al forrado de su marido “cari, estoy aburrida, anda prodúceme una serie, así tengo excusa para salir por la tele, pero esta vez con el nombre completo…” Dicho y hecho, que así no se gasta todo el dinero en complementos de la Calle Serrano.

 

Y es que  clava el papel de puta de Satanás, lo borda con esos movimientos de pelo postizo, con esa caída de pestañas rebosantes de negra mascarilla, con ese taconeo, taconeo…

Realmente la serie NO es tan mala. Es entretenida, cosa que es muy de agradecer últimamente en la tele. Y a pesar de la típica estructura de cada capítulo, sus últimos 15 minutos te deja con una cara de “whathefuck” impagable.  De acuerdo, los argumentos son predecibles, ok, la actuación tampoco es nada del otro mundo… pero me viene a la mente dos series de culto que NUNCA entendí, como “Buffy” y “Embrujadas”, dos mierdas usamericanas, que por no ser españolas ¿deben ser mejores que ésta? 

Si más de uno y más de dos las hubiera visto en versión original, a lo mejor habrían cambiado de parecer, que no me veo yo a la Doherty ni a la petarda de la Sarah Michelle Gellar muy de la escuela de Stanislavsky… 

 

[Canción recomendada:  Madonna “Inside Of Me”]